La importancia de la psicomotricidad
La palabra psicomotricidad está formado por los términos psico, que hace alusión a la actividad psíquica, y motriz, que se refiere al movimiento. Y es que, en las acciones de los niños se articula toda su afectividad y sus deseos, a la vez que todas sus posibilidades de comunicación y conceptuación.
Con el paso del tiempo han sido numerosas las actividades que se han ido incluyendo dentro del concepto de psicomotricidad, por lo que esta se ha ido extendiendo a nuevos campos. A día de hoy ocupa un lugar muy importante dentro de la educación infantil, tanto de peques con alguna discapacidad como sin ella, ya que existe una gran interdependencia entre el desarrollo motor, el afectivo y el intelectual. La psicomotricidad favorece la relación de los niños con su entorno, sin olvidar nunca la diferencia, intereses y necesidades de cada uno.
Durante los primeros siete años de vida debemos aprovechar las plasticidad del cerebro y estimular que se generen mayor cantidad de conexiones neuronales a través del movimiento del cuerpo. La psicomotricidad aporta importantes beneficios como el dominio del movimiento corporal, mejora de la memoria, la atención y concentración y la creatividad del niño, así como la posibilidad de conocer y relacionarse con otros niños y de afrontar sus miedos.
“La psicomotricidad es un enfoque de la intervención educativa o terapéutica cuyo objetivo es el desarrollo de las posibilidades motrices, expresivas y creativas a partir del cuerpo, lo que le lleva a centrar su actividad e interés en el movimiento y el acto, incluyendo todo lo que se deriva de ello: disfunciones, patologías, estimulación, aprendizaje, etc.” (Berruazo, 1995).
(Información sacada de la web de la Fundación Anda Conmigo)
Nuestros alumnos dedican entre tres y cuatro sesiones a la semana para realizar psicomotricidad en el aula. Os dejamos con unas fotografías de nuestro alumnado haciendo psicomotricidad.